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Mostrando las entradas etiquetadas como love story

Aun no tenia el premio

Aun no tenia el mayor premio de mi vida, pero al menos ya tenia un boleto. No me había atrevido a decirle que me gustaba, pero sabia que existía una oportunidad y es lo que me daba fuerza. Comencé a echar cuentas de cuantas horas tardaría en verla y tras ver mi calendario me sorprendió que tan solo me separan un par de días para coincidir de nuevo, un par de días para volver a ver y escuchar su voz. Estaba contento porque el tiempo era poco, pero nervioso porque igual que pasan los días, pasan las oportunidades. Las cartas se acumulaban, los versos no cabían en los poemas y mis pensamientos no guardaban en mi cabeza. Me atreveré, no me atreveré, que miedo puedo tener a que me diga que no, pero al menos es una respuesta, sabre que lo he intentado. Este dilema era el que mataba mi cabeza, robaba mis sueños y hacia que esta dulzura del amor pasara a amargura. 

Un equivoco

Que hacer si no podía decirle a la cara que me gustaba, como le hago señales para que ella se de cuenta, pues como en la actualidad, a través de las redes sociales. El problema es como agregas a alguien a una red social, cuando tan solo la conoces un poco y no la ves a diario. Pues echándole "valor", llamemosle así, ya que no podía decírselo a la cara, intentemoslo por aquí, se que no es la decisión mas acertada, pero al menos es algo. Y así sucedió, una noche me decidí a agregarla, quizás tuvo que ver algo que me tomara alguna copa el que echara algo mas de valor. Si a cientos de personas se conocen a través de la red y se comunican porque yo no. Pues asilo hice, la agregue y de vez en cuando interactuaba con ella, manteníamos conversaciones como en persona, cortas, escuetas y sin ningún valor, porque aunque me sentía tras una pantalla, seguía pensando en ella y de aquí salio este blog. Un pequeño diario de anécdotas, poemas, rimas, cartas que escribía pero que ella no leí

Un mes mas

Paso un mes y otro mas y yo seguía como al principio, enamorado como un loco, pero sin atreverme a decirle una palabra. El miedo a oír una negativa me paralizaba, podía hacer mil gilipolleces para hacerla reír, pero no podía decirle que me gustaba. Ensayaba en casa, frente al espejo como seria decirle que me gusta, sin embargo una vez frente a ella, las palabras se esfumaban, solo guardaba silencio y escuchaba lo que ella me decía, respondiendo con palabras y frases realmente cortas. Nunca me ha pasado, yo cortarme frente a una chica, que tiene esta que es distinta al resto, que la diferencia. La verdad no lo sabia entonces y no lo se ahora. Sin embargo el tiempo seguía pasando, los días se sumaban en un calendario y las coincidencias cada vez se hicieron mas difíciles. Pasamos de coincidir a diario a solo una o dos veces en semana. Me entristecía, que solo pudiera verla dos veces a la semana, pero ni aun así el valor aumento. Seguía enamorado, pero sin soltar una sola palabra. 

Así comienza esta odisea

Pasaban los días, yo me enamoraba mas de ella y ni siquiera lo sospechaba, como le dices a alguien que conoces de apenas unas semanas que te gusta, que quizás estés enamorado de ella. Es de locos y así comenzó mi odisea, pasaban los días y compartíamos pequeños momentos, coincidíamos alguna hora y eso era especial, yo apenas podía quitar la mirada de ella, salvo cuando ella miraba. Y comencé a escribir este pequeño diario, donde al menos podía decir lo que sentía, lo que quería decir, pero que se me venia abajo cuando ella estaba enfrente.  Pasaron las semanas y mientras se llenaban de paginas este diario, de versos los poemas y de cartas sin firmas este testimonio, yo seguía sin poder decirle a la chica que me gustaba que estaba loco por ella, loco por su amor. Ella cada vez estaba mas alto y yo cada vez me veía mas pequeño eso hacia que esta distancia se convirtiera en el barranco de las desilusiones. Me encantaba estar con ella, compartir aunque solo fueran unos minutos de

Un segundo dia

La rutina nunca volvió a ser igual, paso el primer día y desperté en el segundo, una noche soñando con alguien que había conocido el día anterior y de la cual apenas conocía mas que su nombre. Es de locos, esto no puede haberme pasado a mi, es lo que pensé en el primer momento, sera cosa del día, esperemos que hoy cambie. Sin embargo eso paso, que cambio, ella volvía a estar en el mismo sitio del día anterior, pero esta vez ella saludaba llamándome por mi nombre. Mi sorpresa creció, sabia como me llamaba y encima me ha saludado. Yo seguía alucinando mientras ella seguía hablándome y yo contestando como un niño de tres año tras hacer una trastada, con pequeños vocablos y sin que me delatara.  Así  una segunda tarde en la que nos mirábamos, ella a mi y yo a ella. Que me pasa, me gustara esa chica, pero si apenas la conozco, no hace mas de veinticuatro horas que la conozco y me va a gustar, no creo. Y la pregunta mas importante, por que me mirara ella, si soy un tío normal de esos d

Un día de rutina

Era una tarde como hoy, de esas en las que el viento eleva las hojas e los arboles desnudos y el sol aun calienta nuestros cuerpos, un día como otro cualquiera. Sin embargo algo iba a cambiar, algo que haría que recordara este diecinueve de octubre y que jamas lo olvidara. La rutina aburría mis sentidos, pero aun así es obligación seguirla en muchos casos, sin embargo esta rutina fue rota tras abrirse unas puertas y ver alguien especial. Una mujer que no había visto en el tiempo que llevaba allí, una chica que sentada en un banco esperaba lo mismo que yo, un día aburrido, de larga rutina. Tras unos minutos decidió hablar y decir su nombre, algo que se ha quedado grabado en mi mente y que nunca se ha borrado. Conversamos, pocas palabras, o al menos eso creo yo, porque aunque toda mi atención se centro en ella, apenas podía seguir una conversación. A la hora me dije a mi mismo, que me esta pasando, estoy medio embobado, habré cogido algún virus, alguna enfermedad, si debe ser e