Para dedicar a una mujer especial

Ya se escuchan de nuevo los latidos de mi corazón, ya debes estar cerca porque mi cara refleja esa pequeña sonrisa que tan solo tu sabes sacarme. Ya comienzo a sonrojarme, esa dulce princesa ha comenzado a acercarse, comienzan mis nervios, apenas es la cita cien  y parece la primera. Mi imaginación comienza a pensar que lucirás hoy, seguro tu preciosa sonrisa, penetrante mirada y algo que paralice este momento de manera que jamas se borre de mis recuerdos. El momento se acerca y ya no puedo mas, la dulce princesa cruza esa esquina y un flas inunda mi cabeza, acaba de detenerse el mundo, un ángel se escapo del cielo. Las palabras se agolpan en mi boca sin poder decir nada, el silencio se rompe con un tartamudeo que dice entre sobra, estas preciosa. Aun miro alucinado, como puede ser que cada vez este mas preciosa, como que cada vez me asombre mas, como puede hacer que el mundo se detenga con tan solo su presencia. 

Y todo a cambiado en un instante, ya no quieres ser ese chico del flequillo de punta que se hace el guay, que sale por las noches, bebe, baila y es el líder de su grupo, ahora quieres ser ese que le gustes a esa chica, porque ella es lo mas importante. Te das cuenta que la vida esta hecha de momentos vividos, que la divides en recuerdos no en minutos, sino en recuerdos de palabras, besos, abrazos, momentos con esa persona que te ha cambiado. Ya no te miras al espejo y ves tu sonrisa, sino la de ella, porque esta en tu mirada desde que la conociste, ahora agarras tu almohada pensando en ella, en abrazar cada noche, en despertar cada día a su lado, esto es lo que importa. Lo demás son simple detalles, cosas que no tienen sentido, locuras que cambian, cosas que se dicen. Ella es ahora lo importante, ella es tu reloj, marca los momentos que recodaras toda tu vida, el primer beso, la primera cita, el primer abrazo, la sonrisa, sus lagrimas, su forma de cantar, reír, enfadarse, todo, porqu

Así  continua, día tras día, despertando de un sueño y entrando en otro. Despertaba con la imagen de esa mujer, de esa que apenas hacia una semana que conocía, pero que cada vez entraba mas en mi vida. Cambio todo, la rutina ya no era rutina, me gustaba ir, porque sabia que ella estaba allí, porque por muy mal que fuera a ser el día, por muy largo que se propusiese, sabia que al final la vería. Así  paso una semana y después otra, y cada vez ella me atraía mas, me encantaba compartir pequeños ratos con ella, ya fueran con gente cerca o los dos, daba igual que conversación tuviéramos, para mi era especial. Me alegraba con tan solo ver que ella estaba allí y me entristecía cuando me venia, porque abandonaba su presencia y volvía a esta soledad a la que llamo rutina.