Para dedicar a una mujer especial

Ni se cual es la tormenta que cae ante mi para que al pasar me quede tan caido, ni se cuales fueron aquellos momentos en los que perdi todo aquello que merecio la pena, pero ahora la soledad me acompaña me dice mirate a ese espejo y veras aquello que jamas has tenido en tus sueños. Ya solo soy el reflejo de algo que intente ser, algo que se miro en mi alma, algo que jamas me hizo sonreir, ahora solo quiero un hermoso te quiero, un sentimiento que se apaga y deja que la vida me sonria mientras apago mi llama en cada una de mis palabras. He dejado mi alma, mis tormentas, mis te quiero en un sentimiento que ahora solo es una llamada al viento, ahora solo quiero descender de un simple recuerdos y ser esclavo de tu vida, es mirar por ese agujero del pasado y contemplar aquella sonrisa que jamas se borro de mi alma.

El alma en pena de este poeta cae en pie, llorando ríos de lagrimas e impregnando con su sangre folios blancos con un sentimiento que lo atormenta, que lo saca de esos sueños y lo introduce en esta realidad de soledad y melancolía. Verso a verso el recuerdo de esa princesa que una tarde de octubre en donde el alma incansable de este caballero andante, de este quijote que por una dulcinea cambio su vida. Yo este humilde quijote, que de ver a esa princesa sueña con jardines de flores, con puertas de palacios en las nubes, con torres y almenas que jamas se conquistan. Locura, tal vez, simplemente que sus ojos hicieron que la luna llene mengue, para que este caballero agotado sueñe, aunque solo sea una noche, con esa dama, con ese amor, con eso que unos llaman locura y yo, mi vida. Aquí  humilde son mis comienzos, mas caballero solo de palabra he de ser, no tengo castillo, ni armadura que me proteja, solo estos largos versos que a mi vida llegan. Mas que lindas palabras, mira en