Para dedicar a una mujer especial

Crees que tus palabras han de agujerear de nuevo mi corazón, te equivocas, pues tus palabras no pueden hacer que se queme mi alma, pero si tus actos harán que me derrumbe ante las cenizas de un futuro en tus manos. Crees que puedes brillar como los diamantes, pero que puedes herir como el acero, sin embargo no te das cuenta de que en cada una de tus palabras consigues acabar con la esperanza de quien domina el acero y es dueño de los diamantes. No hay precio mas caro que se pueda pagar en esta vida que el de un futuro que se rompe, no hay algo mas duro que ver la tristeza en los ojos de quien doma el acero, no hay mas dolor que el que puedes expresar sin palabras y que escondes por miedo al fracaso, No me entenderás o al menos haras como que no quieres entenderme, se que la vida no nos dara una nueva oportunidad pero si que he dejado que esta se acabe pues para mirar por el balcón de los suspiros solo ha de acompañarme mi soledad servida en un gran vaso de tristeza.  

Es difícil sondearle a la vida cuando se ha llevado lo único que te hacia sonreír, es difícil pensar en que esta en el mejor lugar cuando no esta contigo, que seguramente sea feliz porque se ha marchado mientras tu guardas las lagrimas en un tarro. Las palabras se vuelven el arma mas mortal, haciendo que cada recuerdo te lleve a esa imagen en la que ella aparece y te vuelve a enamorar, te da unas esperanza por unos segundo, donde te lleva a ese mundo del que no quisiste salir. Los recuerdos se amontonan en cada rincón de tu espacio, todo y nada te lleva a ella, cada instante deseas que sea tan corto que pase de largo sin darte cuenta que el tiempo no borrara mas que el mismo tiempo. 

Caen dos lagrimas por mis mejillas, dos recuerdos que se desplazan de mi mente a ese suelo del que nunca saldrán, dos razones por las que te he querido y por las que nunca pensé en volverte a olvidar. Ya no habrá mas te quiero, mas sonrisas escondidas, ahora tan solo la tristeza se hará eco en las pocas palabras que me quedan. Murió el poeta, sus versos son el eco en el tiempo, un suspiro de una margarita que se marchita en el sofocante calor de un verano que no llega. Se perdió el caballero, de andar por esas sendas buscando lo que un día creyó que era su sueño y hoy son su pesadilla.  Solo me quedan los buenos recuerdos esos momentos que un dia gravaste en mi mente y que hoy me hacen llorar. Se fue esa vida soñada, se fue esa picara sonrisa pensando que al atravesar esa esquina te volvería a ver. Adiós mi vida, espero que encuentres ese camino por el que andar, yo me sentare en esta piedra a ver pasar el tiempo y que esa arena que cae en mi reloj entierre cada recuerdo. 

Lagrima a lagrima se borran los versos, se derraman los sentimientos perdidos, los momentos pasados, ya todo queda en el olvido. Solo pensar en lo que fue o pudo haber sido, los buenos ratos ya vividos. Ya solo me quedan los recuerdos, aquellos que me dicen que un día pude sonreír, que lo que ahora es un charco de lagrimas, antes fueron sonrisas. Márchate sin mirar atrás, no quiero que veas como estoy, quiero que me recuerdes como aquel que sabia como amar a una mujer. Los poemas ya se han mojado, igual que mis recuerdos, la vida nos unió y ahora nos separa, borra cada pedacito de sonrisa que quedaba en mi. Ahora perdido deambulare por aquellos caminos que antes andaba, paseare por mi mente por esos ratos en los que tu mano se unía a la mía y eras mi guía en este camino que no se andar solo. 

Pasan las horas, los días y los meses y no consigo olvidarte, sigues aquí en mi cabeza, dando vueltas sin parar, volviéndome loco. El aire me sigue oliendo a ti, ese aroma que es inconfundible, cada esquina la cruzo con la esperanza de volverte a ver, de volverte a tener frente a mis ojos, pero se desvanecen con cada paso que doy. Los días son mas cortos, las horas las divido en las que te pienso, en las que te echo de menos y en las que sueño contigo. Así un día tras otro, se destrizan los calendarios, caen las hojas y yo sigo recordándote. Pienso que los kilómetros te alejan de mi, que el estar lejos me ayudara, pero sin embargo esto solo sirve para darme cuenta que aun te quiero mas.  La soledad y la tristeza viajan de la mano de esta vida en la que el amor un día toco, pero que hoy se marchita. La calle es mi gran enemigo, porque cada luz, cada paso por ellas es un recuerdo que navega en mi mente, me refugio en los pensamientos, en el trabajo, en la vida cotidiana, sin emba

Un día mas marcado en este calendario, un día mas en el que tu sonrisa no se encuentra, un día mas en el que mis lagrimas recorren mis ojos. Recordando tiempos mejores, aquellos en los que tus labios eran mi fuente, esos que calmaban mi sed, tus ojos los dos luceros que iluminaban mi camino y ese pelo negro, la noche mas hermosa. La poca cordura se fue contigo, entre en esta locura de soledad y amarga tristeza, en el que llanto desconsolado. Mi primavera es ahora un invierno eterno, donde las flores se marchitan, donde la escarcha llena mi corazón helado y donde las únicas llamas que encuentro son las de esta hoguera que quema nuestras fotos. Así esta tristeza se convierte en melancolía, mi deseo en este sentimiento que te echa de menos y mi felicidad en lagrimas que escriben mi diario. 

Sentado en la penumbra de esta noche, leyendo versos que escribí con las lagrimas que brotan de mis ojos, con mil y una razones por las que decir te amo. Aquí en esta noche fría, contando a la soledad de la luna mis tristezas, las razones por las que reír y cantar se han convertido en puñales que atraviesan este corazón. La locura que produjiste ahora es la fiel cordura que me acompaña, en la soledad, en la oscuridad, en este camino que tiene inicio y no tiene fin. Solo recorro mis mente en busca de esos recuerdos, de esos momentos en los que fui el hombre mas afortunado de la tierra, tan solo porque estabas junto a mi. Y hoy soy solo una sombra de lo que fui, un espíritu que vaga por los senderos en los que la pena y amargura son sus cadenas, los recuerdos su rumbo y su tristeza su cantar.

Sentado frente a la pantalla de este ordenador buscando en un espacio infinito aquella estrella que alumbra mis alegrías, que calme mis lamentos y seque mis lagrimas. Viendo como pasan los días, los meses y esa estrella sigue sin brillar en mi presencia. Pasan luceros, pasa la luna y el sol, pero la estrella que busco no llega. Canción tras canción la melancolía se apodera mi mente, me hace bañarme en los recuerdos de lo que un día llenaba mi corazón, mi alma y mi vida. Esa mujer que con un simple mirada pudo cautivar mi alma. Ahora la soledad de mi alma se impregnan de lagrimas buscando alguien que consuele esta lagrimas que rompieron un día mi corazón, quedando sangrando esta herida que poco a poco acaba con mi vida. Dejando una cicatriz en mi alma, un corazón desecho en llantos y melancolía y con la única certeza de que no volveré a encontrar a nadie que ocupe mi corazón.