Para dedicar a una mujer especial

  He llorado tantas veces que en mi alma ya no quedan lagrimas que calme mi verguenza, he dejado que sean mis miedos quien gobiernen en cada uno de los momentos los te quiero que se quedan ocultos en mi vida. He dejado que sean los recuerdos los que me muestren todo aquello que he perdido y he dejado en esta maldita vida. Quizas no sea mi dia, quizas solo quede en mi alma algo de valor para poder decirle al mundo que la vida no me sonrie desde aquella misma tarde en que te dije adios. Pero ya no hay marcha atras, solo queda el olvido, los recuerdos que se borraran con el tiempo y la unica esperanza que de que los suspiros que ahora enhalan a mi alma se queden en un solo momento y siga adelante en el mismo momento que deje de amarte.

No hay príncipe sin castillo ni princesa sin amor al que conquistar el alma tocando su corazón. Pocos son los versos muchas las miradas en la que fijo mis ojos en esa mujer amada. Las horas suman los  días de esta bonita historia en que mi corazón se alimenta de su mirada, princesa. No soy poeta y mucho menos  trovador solo canto estos versos por ti mi bella flor. Apareciste en primavera como la linda amapola que alegra nuestras huertas que a mi alma contenta. 

Te quiero y jamas podre olvidarte, hace dos años que te conozco y cada dia estoy mas enamorado de ti.  Quizas no sea el principe de tus sueños, o ese caballero que te salve de todos los males. Quizas no soy el Bill Gate, ni un Brad Pitt. Solo soy un chico que se enamoro de una princesa. De alguien tan maravillosa que cuando la miro a los ojos no puedo contener las palabras de elogio. Aquella que enmudece mis palabras, enloquece mis dias y rompe mis silencios. No puedo entregarte mas que todo mi corazon, que te ha pertenecido desde el dia que te conoci. Mis palabras se pierden en el viento cuando van dirigias a ti, mi boca pronuncia tu nombre con temor, porque el nombre de una princesa, solo debe nombrarlo el corazon.  No puedo prometerme el cielo, solo que si algun dia falta la sonrisa de tus labios y este pobre enamorado no sabe como recuperarla, que el cielo lo lleve. Todos hablan de los angeles, esos seres con alas blancas, con aureola encima y que con su brillo encandila hasta la