No me llames caballero, mas montura nunca traigo, caminando por estas sendas por las que ando y ando. Tampoco soy poeta de estos tristes versos que se escriben de mis manos con la tinta de mi olvido. Tu eres mi princesa, de ese castillo maldito, que aparece en la lejanía y al que nunca he ido. Guardo cada verso en este escueto escrito, para decirle a mi amada, para susurrarle al oído. Pasito a pasito sigo, por esta largo sendero, por el que tu te has ido, saltando los obstáculos que encuentre en mi camino. Las estrellas se apagaron en esta noche que hace frió, me cobijo en tu recuerdo, anhelando lo vivido. No soy mas que un hombre, que se siente herido, por un amor que quiere y no es correspondido.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
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