La tristeza es lo único que me queda tras irte, las lagrimas se han secado y los latidos que antes animaban mi corazón han cesado. Los versos que componían mis poemas han perdido su tinta, no hay son en mis amaneceres, los días no se diferencian de las noches y la melancolía es el sentimiento que sustituye a la felicidad que antes marcaban mis labios. Los te quiero han pasado a mejor vida, las sonrisas de ayer son las lagrimas de hoy, los recuerdos atormentan mi mirada que aun convencida de que volverías a aparecer esta nublada. Los sueños se deshacen apareciendo este insomnio que hace que me pregunte una y mil veces porque te has ido. Así pasan los días, entre lagrimas y suspiros llenan este vació que dejaste.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
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