Sentado en la penumbra de esta noche, leyendo versos que escribí con las lagrimas que brotan de mis ojos, con mil y una razones por las que decir te amo. Aquí en esta noche fría, contando a la soledad de la luna mis tristezas, las razones por las que reír y cantar se han convertido en puñales que atraviesan este corazón. La locura que produjiste ahora es la fiel cordura que me acompaña, en la soledad, en la oscuridad, en este camino que tiene inicio y no tiene fin. Solo recorro mis mente en busca de esos recuerdos, de esos momentos en los que fui el hombre mas afortunado de la tierra, tan solo porque estabas junto a mi. Y hoy soy solo una sombra de lo que fui, un espíritu que vaga por los senderos en los que la pena y amargura son sus cadenas, los recuerdos su rumbo y su tristeza su cantar.
Niña hoy quiero que escuches mis palabras, porque hoy no escribe mi mente, sino mi corazón. Desde hace un tiempo lo eres todo para mi, la razón por la que me gusta ver el amanecer, la razón por la que cada noche me asomo a mi ventana a contemplar como las estrellas dibujan tu rostro. Escuchar como el viento en una suave brisa dice tu nombre. Si, hoy soy un hombre enamorado, un hombre el cual no quiere dejar de ver cada amanecer lo bella que es tu sonrisa, un hombre que daría hasta su propia vida, si fuera preciso, para que la niña a la que quiere se sienta siempre feliz, que cada lágrima no sea motivo de tristeza, sino de una felicidad que inunde tu corazón. No se que es lo que te hace especial, lo único que se que eres la ultima imagen que veo al dormir, la primera al despertar y en cada sueño, solo te encuentro a ti. Niña desde que toque tu mano por primera vez, he dormido cada noche con la ilusión de que algún día estuvieras siempre a mi lado, que al despertar estuvieras siempre c
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